domingo, 7 de septiembre de 2008

Tu retrato

He perforado un agujero en la pared,
para poder colgar un retrato tuyo,
ya que tu ausencia me ha hecho olvidar,
la topografía de tu rostro.

El mismo acto de colgarte,
me sirve de ejercicio y pretexto,
para la reflexión.

Hacia unos minutos que buscaba las herramientas,
y los accesorios necesarios,
para horadar esa pared.

Un taladro, un tarugo y un tirafón.

Como un cirujano de paredes,
procedí a trazar con un lápiz,
aquella cruz por donde ingresaría la broca.

Del otro lado, la blanca pared esperaba,
con serenidad y sin anestesia,
el momento de la perforación.

La furia con que la penetraría,
recordándote,
sabiendo que esa pared,
estaría contigo por un tiempo mas largo,
que el que estuviste conmigo.

Y pensé que ese pequeño agujero,
duraría para siempre,
como una señal inequívoca de ti.

Su huella quedara ahí para siempre,
para decirle al futuro,
que alguna vez estuviste ahí colgada.

Ahora me quedaré viéndote, solidamente colgada,
hasta que tu recuerdo me fulmine,
hasta que esta pared sea destruida.

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