Guardo mil nombres en la memoria,
los fui recogiendo en las calles,
en calendarios y ciudades.
Los nombres son etiquetas,
son sólo eso, nombres,
lo que somos no lo sabe nadie,
nadie lo puede nombrar.
Guardo tu nombre entre esos mil,
y trato de no olvidarlo nunca,
a pesar que se repite tantas veces.
Al pronunciarlo te estoy nombrando,
pero ya no eres tú, no eres nadie.
Dormí con esa idea,
de buscarte por tu nombre,
te llevo en la punta de la lengua,
pero no consigo articularte.
¿Cuando empezó todo?
cuando te pregunte tu nombre,
cuando lo guardé para siempre,
entre esos miles de nombres.
En algún momento,
tu nombre dejó de nombrarte,
para ser sólo eso, un nombre.
Y cuando alguien me dice,
que lleva tu mismo nombre,
entonces por un instante,
puedo verte en ese nombre.
Aún cuando no seas tú,
solo tu mismo nombre.
Premonicion
-
*
En alguna dimensión del espacio nuestras entidades se conectaron levemente
por primera vez, fue en aquel año nuevo que tuve que quedarme encerrado en
mi ...
Hace 15 años
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