sábado, 27 de septiembre de 2008

Estar en ti

I
Como una sierpe te enrollaste en mí,
de todas las bestias eras la más bella.

Cilíndrica, alargada y sinuosa,
Así viniste a mí.


Tu silbido me sedujo.
tus ojos vacíos,tu lengua bifida y viva,
contenida en tu boca helada, como una segunda sierpe.

Te abracé así,
sin presagiar tu fuerza,
ni tu pequeño apendice saliendo de tus fauces.

Dos sierpes en una.

Durante un tiempo te tensaste,
fuiste constrictora y silenciosa.

Esperaba aquel momento,
el beso de la muerte,
cubierto de ustedes dos.

II

Dormi en tu entraña por unos meses,
como un embrión de tu pasado,
para tu satisfaccion.

Un día desperté y me asomé por tu ojo,
y mire desde alli estupefacto tu universo,
entonces fuimos uno.

Enrollémonos otra vez.
Asfixiémonos en un nudo.
¡No soporto estar en ti!

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