domingo, 7 de septiembre de 2008

La adiccion

Debo dejar de fumarte.
es imprescindible.

Te llevo fumando ya varios años,
te has convertido en mi adiccion.

Como todos, empecé por curiosidad,
uno o dos, no era nada.

Luego me atrapo el sabor de tu rostro,
el filtro de tus carnes.
el tabaco de tu cuerpo.

Durante estos años te fui absorbiendo,
y cada vez que terminabas extinguida,
en algún cenicero de sabanas,
entonces te volvía a encender,
con este fuego que solíamos llamar amor.

Fui advertido de tus peligros,
eras dañina, todos me lo decían,
pero aun así, te continué fumando.

Ahora trato de dejarte,
vuelvo la mirada al verte,
pero no puedo,
y comienzo a extrañarte,
tiemblo de verte, de recordarte.

Por eso a veces nos encontramos.
como dos amantes furtivos,
y nos fumamos,
con desesperación,
con locura.

Y sin embargo sé,
que debo dejar de fumarte.

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